Esta página y todo su contenido es parte del blog Effýmia

Página 28

INSTRUCCIONES PARA EL FESTÍN
Yo sí quiero ser digerida, masticada, tragada, deglutida y vomitada. Y verme, reconocerme en ese charco, en esa violencia, en eso que nos devuelven los otros cuando nos comen, con sus ojos y sus dientes, y sus prejuicios llenos de gula. Y decir, tal vez, yo no soy esa.
Quiero ser digerida, y provocar una indigestión. Y doler, quedar como una huella firme marcada a fuego suave. Y no tener que disculparme por ser de naturaleza dañina, no tener que disculparme, incluso que se me deje ser saludable. Y hacer bien, o mal, pero jamás no hacer nada.
Quiero ser digerida, y que nadie me guarde. Que nadie se quede con algo completo, porque no estoy completa, porque necesito que me desarmen. Que nadie me quite la libertad, que nadie me aprisione para sí y me cague.
Yo sí quiero ser digerida, masticada, tragada, deglutida y vomitada. Y quien pueda apreciarme en ese mar de mezclas, apreciarme aún fuera de uno, espero que sea capaz de entender que cuando yo diga, tal vez, yo no soy esa… me crea.