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MI CRIMEN

Ha sido un asesinato justificado...
su cuerpo no era más que un par de ramas quebradas.

Ha sangrado un paraguas rojo,
y ninguna herida nueva terminó por matarla.

Yo he sido la asesina,
y no me declaro la culpable,
después de todo, como dije antes:
ha sido un asesinato justificado
y yo, por ende,
una ser más libre que condenado.