36 escritos antes de decir adiós
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Effýmia
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SOBRE LOS NUDOS
Yo de pequeña
qué distinta era:
no tenía convicciones,
no tenía guerras.
Tampoco sabía atarme los cordones.
Oh, malditos cordones,
desde que sé cómo atarlos,
lo único que hicieron
fue causarme problemas.
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